La carrera de entrenador de Manuel Sánchez Delgado 'Manolo' no le está haciendo justicia a su reconocidísima trayectoria como jugador. Una vez que su salida del banquillo del Cacereño ya es un hecho su proyección como técnico ha sufrido un nuevo revés. Y no digo ni muchísimo menos que la lamentable situación en la que se encuentra el equipo actualmente sea responsabilidad suya en exclusiva. El tiempo dirá si su sustituto es capaz de sacarle más provecho a las piezas que hay actualmente.
Desde el club se quiso ver en Manolo a un nuevo Guardiola (a escala, claro está). Una persona de reconocidísimo prestigio dentro la casa, brillante como jugador, pero si experencia destacable dentro de los banquillos. El resultado, desgraciadamente, en este caso ha sido el fracaso.
Dice Manolo que el fútbol no ha sido justo con el Cacereño. Yo no entiendo de justicia deportiva. Y a la hora de certificar los ascensos y descensos nadie se acuerda muy bien de que el fútbol te haya tratado mejor o peor a lo largo de la temporada (sirvan de ejemplo Mourinhos y Capellos).
EL GOL SE ENFADÓ CON ÉL Es curioso que el destino ha querido ser caprichoso con el ya exentrenador del Cacereño. Lo que hizo grande a la figura de Manolo -el gol- ha sido paradójicamente lo que le ha traicionado como entrenador del equipo de su ciudad.
Los números del equipo verde hablan por sí solos: Cuatro goles en once partidos indica bastante bien en qué dirección soplan los aires en el Príncipe Felipe. A la directiva no le ha quedado otra solución que ejecutar al técnico, a pesar de que me consta que Manolo contaba con todo el cariño de los dirigentes.
Ahora toca pasar página y buscar al entrenador que encuentre el botón que haga funcionar a este equipo y ver si las piezas que conforman la maquinaria verde son válidas para lograr el objetivo de la permanencia.
Esta situación resulta muy familiar dentro del club. El cambio de 'patrón de equipo' el ejercicio pasado dio el fruto esperado. Eso sí, Ángel Marcos pudo disponer de la 'chequera' para apuntalar el equipo a su gusto, frente al equipo que tenía Alcázar a principio de temporada. Veremos si el que se siente en el banquillo verde es capaz de tirar con lo que hay en la plantilla o si se vuelve a remover el mercado en busca de nuevos jugadores.
A día de hoy toca despedir a Manolo, al que le debe doler enormemente el no haber sido capaz de triunfar en el equipo de su ciudad. Anteriormente, tampoco hizo nada grande con los humildes Pegaso o Majadahonda. Yo, que durante muchos años fui un poquito del Atleti por mi paisano Manolo, que vibré con su título de pichichi (27 goles en la temporada 91-92) y que celebré como si fuera de mi familia el que jugara en la Roja en aquella época, me quedo con el Manolo jugador. Buena suerte
enhorabuena al redactor por este artículo tan interesante e ilustrativo. la realidad es tozuda y esta vez lo ha sido con el Cacereño. 4 goles en 11 partidos es un bagaje muy muy pobre y que,sin duda, lleva al entrenador a su destitución,llámese Manolo o Guardiola o Mourinho. Si estos entrenadores no tuvieran esos mismos resultados acaso no serían destituídos? El problema es saber si los malos resultados son achacables al entrenador o a la plantilla.Porque los goles los hacen los delanteros,qué delanteros tiene el Cacereño? tienen algún Messi?, algún CR7 que tire faltas? algún rematador como Aduriz o Llorente? el problema es que los buenos jugadores cuestan dinero y eso es lo que no hay. Por eso el futuro de estos clubes es potenciar la cantera y trabajar desde niños con jugadores de la tierra que después rindan y puedan quedarse a jugar en los equipos de Extremadura. Bueno, al menos, esa es mi opinión.
ResponderEliminarSuerte a Manolo que seguro que tendrá más oportunidades de triunfar como entrenador.